A los portugueses que han votado "sí" en el referéndum sobre el aborto, el chaval de abajo les manda un mensaje...

En cualquier caso, es una de las coñas a las que nos tienen acostumbrados nuestros regímenes demoniocráticos. Si en un referéndum no sale aprobada la ley, ya saldrá en otro, y así sucesivamente hasta que salga. ¡Ah amijiño! ¿Pero una vez que ha salido? Entonces la soberanía populare é parlato. La pretendida asepsia ideológica de nuestros regímenes occidentales, pal carajo pues.
Es como el condón; el progre medio dirá que es para evitar el Sida y las enfermedades de transmisión sexual así como embarazos no deseados. Pero héte aquí, oh fortuna, que con el preservativo lo único que baja es la natalidad, el sida ha aumentado, y el número de embarazos "no deseados" ( para ello hay que evitar "polvos deseados") se mantiene. Curiosamente con tanto condón suelto en España, seguimos en la espantosa cifra de 60.000 abortos al año. Es lo que tiene vivir en una sociedad ilógica e irracional: la inconsecuencia. Primero se fomenta una sociedad erotizada, esto es barras americanas (verbigracia casaputas), fomento de la promiscuidad, desarrollo de la pornografía, modas, y blabla. En segundo lugar, como consecuencia de todo esto, la gente anda salida que ni te cuento. Una vez creado el problema se da la solución: el condón. Si es tanta solución ¿Cómo se explica el número de abortos y de casos de Sida? Fácil. En vez de fomentar la fidelidad matrimonial y que los niños no empiecen a echar canivetes a los 14 años, así como que no se ande yendo de "profesionales del amor" (verbigracia "de putas") pues nuestros próceres se dedican a crear una sociedad erotizada y después proponen el condón. Grave problema, como dice un amigo mío "picha tiesa no cree en Dios" o como dicen los propios interesados con voz de gilipollas "no sabemos como sucedió; pero sucedió". El calentón y esas chorradas carpetovetónicas que estamos acostumbrados a oir. Pues vale así bien vamos. A los católicos y no católicos a los que sus lustrosas mentes les condujo a votar sí en el susodicho referéndum portugués el chaval de la foto y nosotros les deseamos un feliz viaje pal carajo.